viernes, 25 de julio de 2008

Depresión post canto


Mi mamá me contaba de Landriscina que hablaba de un amigo que había decidido darse muerte. Decía, "él no era una persona para este mundo. Por eso se emborrachaba. Tenía el alma demasiado grande para ese cuerpo."

Amo la vida. Pero es difícil vivir en este cuerpo que no me deja ser parte del aire. Fundirme en ese cielo arbolado y antiguo de una isla en donde me dan ganas de sentir tanto amor hasta reventarme debajo de esa oscura infinidad tan poblada de estrellas y de luna. Descoserme cantando para entrar en la gente, tolerar un abrazo hasta sanar mis heridas.

domingo, 20 de julio de 2008

domingo, 13 de julio de 2008

Llamadas de candombe - Tolosa 2008

Ser un guerrero es agotador. Es como caminar toda la vida. El sueño nunca es suficiente, la guardia no debe bajarse demasiado, los oídos deben estar alerta para captar, oler en el aire el momento justo para la acción.
Por eso el guerrero disfruta tanto del remanso, la tibieza de un domingo recién amanecido, la calma. Ríe, canta, se entrega como si no fuera a tener otra oportunidad así. Y esa es la sutil diferencia entre ser o no ser un guerrero.