jueves, 27 de noviembre de 2008

La bruja que mira el magma

Semilla rara la de fin de año. Todo brota o todo explota. Los proyectos tambalean a manos de la velocidad de cierre de diario que matiza las cosas.
Ronda en el galpón. Alguien dice que tenemos que saber hacia dónde vamos. Me cuelgo de esa frase como de una hamaca. Nunca sabremos para dónde vamos, nos llevará el agua, o el viento. Yo misma no sé cómo es que llegué hasta acá, a tantas felices horas de música, de niños, de hija, de madre, de hermano, de amigas, de gente linda que aparece y aparece, de ciclos que se cierran y comienzan.
Hay que quererse mucho para perder juntos el tiempo como intentamos hacerlo. Hay que aprender a jugar el mismo juego de la generosidad y el disfrute porque sí.
Pienso que cuando somos chicos es más fácil andar en grupo, es placentero. La amistad surge fácilmente porque todavía somos ingenuos, que es una condición fundamental para el amor. Es más difícil ahora que ya tenemos más años, que ya bebimos el jugo de alguna traición.
Los miro. Miro sus gestos, lo que no dicen, lo que quisieran decir. Recorro el círculo buscando una respuesta.
Con algunos siento que lo logramos. La risa brota fácil y reiteradamente; otros ojos expectantes buscan un hueco por dónde entrar. A algunos les tengo fe.
Y mientras la charla sigue, entrecierro los ojos y me imagino las luces, la gente, la música, la risa, la felicidad.
A ver quiénes se animan a jugar a ser una banda de rocanrol..

martes, 18 de noviembre de 2008

Iyá Kereré en El Son de la Tierra 15.11.08

http://es.youtube. com/watch? v=3BEPLG2QZhU&feature=channel

Milagro

Los niños, por ser niños, tienen un olfato primitivo que los ayuda a detectar ciertos olores, como el del amor y el de alguna emoción profunda.

Ayer yo estaba un poco triste. No por una anécdota en particular, si no por esa imposibilidad mía de entender la maldad que me hace sentir siempre tan desconcertada. Estaba triste y en un campamento a cargo de sesenta y ocho peques de seis y siete años.

Como me pasa siempre que estoy triste, se me dió por limpiar, y me pasé la mayor parte del tiempo anidando en la cocina, preparando jugos, salsas y sanguchitos y lavando platos, ollas y jarras con frenesí.

Llegó la noche, el momento de dormir, un revuelo de enanos de cara sucia y manos de témpera, y yo salí gallina a lavarnos todos patas y dientes para ir a descansar. Abrazados ellos a sus osos, perros, patos, payasos y mínimas almohadas con dibujitos, uno por uno les fui rascando las espaldas mientras les cantaba Peixinhos do Mar y los peinaba porque extrañaban a sus mamás. Todos querían dormir cerquita mío, entonces mi bolsa estaba en el medio del quincho y ellos desparramados más cerca, más lejos, en sus bolsas de princesas, en sus frazadas, en sus lonas. Cuando por fin se durmieron y los maestros nos repartimos en durmientes y vigilantes, embolsada en el piso, apoyé la cabeza en mi brazo; cinco manos diminutas, las sentí venir, se me posaron como mariposas. Y no pude menos que llorar y sonreír. Ellos habían sabido acompañar todo el día mi pena sin decirme una palabra, sin reclamarme nada, y ahora me susurraban algo como un pedido, una pequeña esperanza, no estés triste. Y cómo seguir triste si sé que, de alguna manera, yo colaboro para que sean felices..

domingo, 16 de noviembre de 2008

El corazón es un músculo elástico.

Nunca hay que dejarlo afuera de lo que se hace. Hay que ejercitarlo. Un corazón sin elongar se rasga en el paso en falso, se desgarra, puede llegar a reclamar la muleta del marcapasos.
Hay que sacarlo a galopar cada vez que se pueda. Las torceduras y los esguinces le van templando el carácter y lo vuelven más flexible.
Si le agarra el reuma del miedo, estamos al horno. Para evitarlo tiene que arriesgarse.
Yo tengo una marca nueva de dolor en los ojos. Y éso hace que mi mirada sea un poco más profunda. Pero mi corazón sigue entero. Y no es de plástico.





sábado, 15 de noviembre de 2008

Correspondencia anaranjada




Viernes 14 de noviembre, 11:42 am
de: garombolforte
para:Nati Lafón
asunto: yo soy feliz...

"El hombre corriente se preocupa demasiado por querer a otros o por ser querido por los demas. Un guerrero ama; eso es todo. Ama lo que se le antoja o a quien se le antoja, sin mas, porque si. "

Don Juan; ( Una Realidad Aparte)


de: Nati Lafón
para: garombolforte
asunto: yo también soy feliz

"Hubo días en los que me levanté y todo tomo una rutina carcelaria, solo por costumbre, la nada misma, encerrada en mi, siguiendo el curso de las horas.
Pero un día desperté de un sueño, una pesadilla que me dejó un sabor amargo en la garganta y en mi pecho un agujero.
Al levantarme de mi cama, intenté comenzar mi rutina con ansiedad, solo por costumbre, y algo en mi no me dejo hacerlo.
Derramé lagrimas, lloré la muerte en todas sus formas, saqué y saqué todo lo oscuro de mi hasta sentirme inmortal, me ví viva, mujer, con luz, grande, amada...
Otra puerta se abrió, tenía un cartel que decía..."La paciencia es el poder del guerrero". Don Juan.
Un camino nuevo apareció ante mis ojos, ya sin ansiedad, sin angustia, comencé a recorrerlo, y como una hazaña del destino, con la energía hermosa que va vibrando a mi alrededor de gente bella que me acompaña, hoy encuentro este cartel...
"El hombre corriente se preocupa demasiado por querer a otros o por ser querido por los demás. Un guerrero ama; eso es todo. Ama lo que se le antoja o a quien se le antoja, sin mas, porque si". Don Juan."
Te Amo amiga!"

Me fui de casa a tocar rocanrol..(parte siete)

En este momento, en una de sus partes, mi vida está atravesada por una drástica frontera que cruzo permanentemente cada sábado y cada martes a la tarde.

Después de cargarme el sábado con la energía de las 30 mujeres candomberas en la ribera de La Boca, con el maravilloso andar de tantas polleras que forman una manta sutil, que arrastran algo en la gente que les hace parar los autos para ver, soy cada martes la única que porta tetas en el ensayo de la banda. (Gente de chiste fácil, haga el favor de abstenerse en el sector comentarios.)


Noelia se hizo humo. Levó pandeiro y me dejó como una Mimí Maura solitaria, sin nadie con quién charlar acerca de los dolores menstruales.


Y entonces me pasa que al rato de estar ahí, rodeada de ésos seres que pueden ponerse impúnemente en cueros para soportar el clima de microondas que yo tolero con estoicismo mientras me deshidrato lentamente, siento lo mismo que cuando me cuelo en el picadito de los varones en el patio de la escuela. Una sensación de vereda a la tarde en octubre, de rodillas raspadas y moños en la cabeza, de ése respeto en sus masculinos ojos cuando en segundo grado salvé a Manuel Gómez de la penitencia, de mi papá mirándome arrobado, de jugar a ver quién escupe más lejos, de trepar al gomero de la puerta, de mi amigo Javi llorando por ella en mi falda, de mi desconcierto cuando se perdían mi carambola de pool en el bar de Lacroze por estar todos mirando un culo en otra mesa, de lo cálidos que se ven cuando los hago reír riéndome de ellos cruelmente.


viernes, 14 de noviembre de 2008

Plegaria



Que cada vez que nos encontremos sea realmente un encuentro.


Que siempre quede un espacio de tener ganas de verte. De verme.


Que te haga feliz verme feliz y a mí lo mismo.


Que decir tu nombre siempre sea dulce en mi boca.


Que un beso nuestro siempre sea un buen beso.


Que nunca se apague el deseo urgente de completarnos.


Que la puerta de tu casa siempre esté para mí abierta.


Que sea un ritual el acto de esperarnos.


Que siempre escuchemos en el corazón las cosas que las bocas no dicen.Y que nunca viceversa.

sábado, 8 de noviembre de 2008

Angelito




La Chilinga tiene esa forma de castigarme o llevarme al cielo que hace que sea un lugar imposible de dejar. Hace dos años, cuando estrenábamos el galpón de Saavedra, en una de las tantas fusiones de blocos que tejen esas redes invisibles que nos convierten en tribu, conocí a Angelito.


Su edad es incierta y difícil de descifrar, imposible de representar en un simple y cuadrado numerito. Tiene los ojos de alguien que camina desde hace mucho, un observador de las esencias. Es delicado, pero no da miedo romperlo. También tiene su mirada una fuerza que intuyo arrolladora cuando defiende lo que quiere. Ángel se conmueve y nos conmueve, porque destila tanto amor que se nos mete siempre en el cariño.


Ángel me escribe y me reprocha riendo que soy una yegua y no le escribo.


Y lo más maravilloso de él es que tiene razón, me hacer reír, y me trae unas ganas de jugar que me hacen volver, por un rato, a ser una nena.


Angelito querido: los ensayos de los lunes no serían lo mismo sin tu alma buena.


(..con qué clase te estoy haciendo sana- sana.)

viernes, 7 de noviembre de 2008

De lo mal que nos hizo la televisión a los niños de la década del 70





Yo quería ser la mujer maravilla.
Daba vueltas hasta sentir náuseas esperando que me cayera un rayo del cielo y me crecieran dos tetas metalizadas y un bombachón lleno de estrellas. Practicaba cómo detener las balas con mis brazaletes, ataba al perro con la soga de la ropa y le gritaba “no podrás escapar a mi lazo mágico, confesarás”, y vivía enamorada del uniforme del capitán Steve a quien rescataba permanentemente de los malos.
Crecí.
Trabajé siempre ocho horas afuera, logro alimentar a mi hija con lo que encuentro en las alacenas aunque haga una semana que no tengo un hueco para ir al chino, nunca duermo más de seis horas, soporto la tortura en la camilla de pilates para seguir pareciendo joven, crío a una preadolescente, ando en bicicleta y llego impecable a laburar a pesar de las puteadas, los bocinazos y la reverenda maldad de los choferes de bondis que me atacan con sus monstruos de ocho ruedas, detengo (con mis brazaletes) los sutiles comentarios sobre mi persona, enlazo a mi hija con mi mirada de “decime la verdad porque la voy a descubrir igual”, los fines de semana soy el alma de las fiestas, cumplo con todos los ensayos de la semana sin perder la energía y siempre estuve en la vida con hombres a los que tuve que proteger, rescatar e incluso mantener.
Finalmente logré ser la mujer maravilla.

Pataleo

Esta semana empecé con las horas extras.

A mi ya por demás sandungueada jornada de nueve horas tuve que agregar dos horitas diarias para poder parar la olla y ver si alguna vez logro que quede un peso dentro de esa maldita cuenta del banco a la que voy arrancándole de a poco, de a uno, los billetitos violetas que cada vez me duran menos.

Es decir: mi cerebro queda hecho polvo, mi cuerpo fatigado, mi humor caldeado como el clima, mi voluntad en cero. Finalmente pago un alquiler que se lleva más de la mitad de lo que gano legalmente sólo para llegar y arrojarme de nariz en el colchón.

¿Podremos en éste país alguna vez, nosotros, la prensada clase media, llevar una vida que no sea la de un burro de carga para estar siempre tapando agujeros económicos? ¿existirá una vida en la que pueda comprarme un vestido sin sentir culpa ni tener que bajar la calidad del shampú? ¿alguna vez ganaremos el equivalente a lo que entregamos en sacrificio?

¿Puedo yo cuestionar a las mamás de mis niños por no tener tiempo de sentarse a estimularles la lectura cuando, al igual que ellas, vuelvo a mi casa convertida en un bulto de carne vapuleado..?

Say no more.

martes, 4 de noviembre de 2008

Me fui de casa a tocar rocanrol..(parte seis): "si le duele a ella, nos duele a todos."

Estoy cimentando la firme convicción de que a la energía de nuestros ensayos la gobierna mi ciclo menstrual.


Sépanlo.


Grabemos ése bendito demo el martes que viene.


Nada más.