Voy a llamar con mi tambor por las calles de San Telmo. Voy al encuentro de un mar de gente que suena, que baila, que comulga con algo, que venera.
Voy a sonar con otros, a caminar cantando, a percutir bailando, a despertar lo que duerme debajo del asfalto, lo que duerme todavía en mí.
Voy a llamarme a grito de tambor para que la memoria no me falle y me recuerde antes que a nadie cada día.
Voy a poner el cuerpo y el alma a disposición del cielo para que me atraviese.
Voy a sonar con otros, a caminar cantando, a percutir bailando, a despertar lo que duerme debajo del asfalto, lo que duerme todavía en mí.
Voy a llamarme a grito de tambor para que la memoria no me falle y me recuerde antes que a nadie cada día.
Voy a poner el cuerpo y el alma a disposición del cielo para que me atraviese.
Me gustaría estar entre el público, aplaudiendo a tu paso.
ResponderEliminarYo sé que si anduvieras entre el público, tus caderas se irían bailando detrás del tambor!
ResponderEliminarUn abrazo!!