martes, 24 de junio de 2008


todavía no entiendo qué pasa cuando canto. no sé si soy la que canta o la otra que soy. algo me emborracha y la voz que sale viene desde alguna puerta que no sé abrir a voluntad. pasa más allá de mí, de lo que busco. siempre creo que no voy a poder, que no va a pasar otra vez la magia que hago que pase cada vez. sufro, soy una sombra, hasta que alguien con un gesto mientras toca me indica que todo tiene que empezar. algo casi duele y vibra como un parche, una rajadura entre el alma y el estómago y no tengo la más mínima sombra de duda. y salgo. me gusta esa mujer que canta. y vuelvo a amar como cuando amaba. digo cosas, digo con las tripas, digo. y después no recuerdo. solamente la borrachera, el aturdimiento.

ahora que no logro amar, lo canto.

canto.

jueves, 12 de junio de 2008



Él dijo:


Estoy hasta las manos, en el horno, hasta el cuello, enroscado, enredado, metido, sumergido, tatuado, hambriento, dado vuelta, muerto, amasado, entregado, preso, encajetado, embrujado, engualichado, entongado, loco, desesperado, enamorado de esa mujer.


Pero no puedo dejar de engañarla.

martes, 10 de junio de 2008

kamikazes

Algunos no tenemos parachoques. No tenemos casco, ni alarma, ni protector solar, ni vacuna contra la pena. Todo nos atraviesa, se nos mete, nos sacude, nos quema. La tristeza, la risa, el dolor, la pena, la música, los ojos de otros, los olores, la gente, la desilusión, el cielo, las ganas, las certezas, las promesas, el frío, la desolación, el desencanto, el amor.


Pero como a buenos kamikazes, no nos invade la duda.


jueves, 5 de junio de 2008

Clasificación de las mujeres de un universo naranja parte uno.


Hay mujeres de viento.

Agitan las cortinas cuando pasan, levantan el polvo, despeinan, sorprenden, avivan los fuegos, remontan barriletes y bufandas, sostienen las hojas en delicada danza por el aire, empujan el agua, mezclan los papeles, hacen zumbar las ventanas silbando entre los árboles. No se puede hacer de cuenta que no pasan.

Las mujeres de viento cantan. El amor las atraviesa cuando soplan al cielo letras que les tocan el alma, y cuando bailan parece que volaran.

Cada tanto un tambor apresa sus caderas y marcan el latir que los parches recitan. Y si el ritmo se alenta, se quedan casi quietas, ondulando como brisas. Ahí es cuando se las puede atrapar en un globo y por fin abrazarlas.

martes, 3 de junio de 2008




Mi nombre tiene un sentido nuevo cuando lo escucho pronunciado en una boca entre todas. Cuando llena por completo los espacios entre dientes y saliva, cuando sale despedido al universo montado en la voz que quiero oír desparramando mis letras, mi corazón en el aire. Y toda yo me entrego vencida al encanto de ese sonido que me acaricia los recuerdos de mi infancia en una sensación chispeante en la boca del estómago. Cuando todo él recita mi nombre, y me mira.. es un paseo por la música.