viernes, 11 de febrero de 2011

Se dice de mí..

Ya se sabe que tengo la costumbre de observar hasta descubrir cosas, ya sea verdades universales, continentes que no existen o nuevas razas de gente que crecen en los tápers que viven desde hace años en mi heladera.
Ahora que anduve bastante al pedo, por decirlo sutilmente, me he dedicado a observar la siguiente situación:
A la gente la pone nerviosa que una ande sin pareja.
Si, señora, si, señore (la S me la guardo para donarla a varios que la necesitan).
La mayoría no comprende por qué alguien no tiene la desesperante urgencia de andar colgada del brazo de un tipo por la vida, sirviéndole pollo al horno o llamándolo cada noche para recitarle el itinerario y escuchar sus bemoles de oficina.
Elegir andar sola (nótese que dije SOLA, que no es lo mismo que SOLO) es, cuanto menos, sospechoso.
Descartado el hecho de ser un bagarto (caso en el que la soledad quedaría aparentemente bien justificada) empieza la mirada de soslayo y la solapada sospecha de que seguramente la solitaria no es otra cosa que una lesbiana que aún no ha confesado.
Pero, carajo mierda, díganme, ustedes.. ¿por qué insisten en que la gente debe ir de a pares aunque no se dirija la palabra, aunque no tenga en común nada más que el uso del mismo inodoro, aunque no soporte el noventa y cinco por ciento de las costumbres del otro, sobre todo la de existir? ¿cuál es la verdad de la milanesa?

Allllgo, algo mínimo e indispensable he aprendido en todos los años de mi vida invertidos en andar con alguien: Una pareja no se hace con la reunión de dos soledades.
Dos soledades lo único que hacen es una soledad mucho más profunda.
Mi soledad es un lujo, un derecho, un espacio lleno de mí, el lugar desde donde florezco.
Cuando yo sea la totalidad, recién ahí será bienvenido compartirme, no con un pozo ciego, sino con otro mundo entero.
Dejen de presentarme magos fracasados, padres divorciados, giles que "mirá, toca la pandereta, igual que vos..", y sobre todo, plis, por dios, por favorrrrrrr, dejen de contarme historias de chicas que duermen juntas y ustedes las quieren igual, mientras me miran inquisitivamente esperando que confiese.
Y agárrense, que cuando Diego Torres me de bola, yo no le doy bola más a ninguno.
He dicho.



5 comentarios:

  1. Entiendo mujer que ud se está refiriendo, cuando habla de soledad o menciona "sola", y notese que digo solA y no solo, que se refiere pura u exclusvamente a sola de pareja- que sea hombre o mujer ya es un detalle-

    Por gracia de ntro espíritu, y notese que no digo "suerte", hemos y seguimos aprendiendo que el mundo se conforma de otras tantas compañias que hacen de nuestra vida una existencia rica con la inmejorable posibilidad de no tener que comparir el inodoro con quien solo eso nos une.

    Celebro con usted esa posibilidad y tomo clara conciencia de que conociendo este estado hermoso, la posibilidad de una "pareja" se hace cada día mas dficil por el simple hecho de que una ni en pedo se mete con cualquiera por el solo hecho de sentir que no está sola.

    Como ud. Que se dejen de joder!!!

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  2. Le cuento: soy lesbiana bagarto.
    Nadie se me pone nervioso.
    Si se vuelven moooy pesados, mandemelós, nomás (excepto el mago, el seguro no me lo cubre)

    Gracias chicapasacontambor. Me vino de perillas, la risa.

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  3. Te entiendo totalmente. La gente siempre sospecha, si salis mucho con una amiga (posible sos lesbiana no asumida), si salis con un chico, lo miran (se preguntan, qué le vió él a ella o qué le vió ella a él), si te ven sola (algo fallado tiene que nadie la banca), si te ven con una barra de amigos (es una fiestera)... siempre hablan...

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  4. Ladran Sancho... muerda usted, compañera queridísima... Sola o acompañada, usted es mágica.
    La quiero
    Wailer chú.

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