miércoles, 13 de agosto de 2008

Vida social de una maestra argentina



otra vez mis días son imparables.

y leo los mails y no logro más de cinco minutos de soledad en mi oficina, y una manada de enanos de primer grado se instala a dibujar arriba de mis "papeles importantes", y pongo gasitas con pervinox para que parezca sangre, y hago reiki en panzas, cabezas, cuellos doloridos de estar tanto tiempo lejos de casa, y tecitos, y limpio el mate que los de sexto vuelcan por compartir sus recreos riéndose conmigo o de mí, y me muero cuando los de tercero pegan las caritas al vidrio como peces y soplan y hacen muecas para que yo me mate de risa, y presto cartulinas a las de séptimo, y escucho la osada verborragia combativa de los de tercero polimodal que alguna vez fueron mis niños, y otros me golpean la ventana para que vea cómo hacen la escalera mecánica que les enseñó germán, y corro con el remedio de maxi antes del almuerzo, y rajo a comprarle estrellitas a mateo que se portó bien por primera vez desde marzo casi el día entero, y busco una canción nueva que quiero que canten porque da alegría a la panza, y abro trabas de puertas demasiado altas, y le canto la canción de las sirenas a valentina que se pone triste y no sabe por qué, y cuando me quiero acordar ya es hora de bajar a la puerta en donde despido uno por uno a los que tienen la alegría de poder volar a casa a tomar la leche.
y contesto tus hermosísimos mails en la, por fin, relajante soledad de mi cuarto.
once horas más tarde.

1 comentario:

  1. Querida colega, qué lindo lo que expresás con tus palabras. Es lo que día a día vivimos los docentes argentinos, con la salvedad, quizás, que no estamos en una oficina, sino en el aula y que respondemos los mails desde nuestra casa.
    Más alla de esto, maestros somos siempre y poner nombres propios con minúscula(por más que sea un blog personal) me molesta bastante. Pero es tu blog, asi que no notes mi molestia.
    Te mando un beso.

    ResponderEliminar