sábado, 18 de junio de 2011

Yo voy con mi farolito..


Este fío y este cielo de plomo, la llovizna persistente, la iridiscencia de los gynkos antes de soltar al viento por completo su melena, y lo poco que queda, todo rojo y amarillo.







De nuevo derecho al invierno, a madurar la semilla de lo que aprendimos, a recargar la savia, a llegar a la noche más larga, al silencio más profundo, para partir la tierra cuando el sol llame, florecer de nuevo, una vez más, y ser una más parecida y más distinta.





Las revoluciones siempre son en primavera.

2 comentarios:

  1. Ven, chica. Trae tu tambor: aquí es primavera...

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  2. me dieron ganas de una taza caliente y silenciooo (hay que saber bancarse el silencio, indica paz con una misma), esperando la primavera...

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