jueves, 3 de noviembre de 2011

La pura verdad




Vengo comprendiendo que el amor puede ser un estado de ánimo perpetuo. Y que soy libre de amar a quien quiera en el momento mismo en que deseo hacerlo.
Concretar ese amor ya es hablar de la gloria, pero mientras tanto puedo perderme las veces que quiera navegando en unos ojos, o en una música, o en un libro que me tiene fascinada, en una canción, en tu alegría que es, cuando aparece, una puerta directa a tu más pura esencia.
Pero es alienante la distancia entre tus polos y vas corriendo de uno a otro a la velocidad de la luz, del que me conmueve al que me despierta el más oscuro brote de indignación y despecho, y ese miedo tan oscuro que te tiene masacrándote el cuerpo para olvidar quién sabe qué cosa me hace mantenerte a una sana distancia. Yo ando de romance con la vida, ya pagué mis cuotas de espanto, miseria y soledad. Cada cual salda sus propias deudas.


Y cuando después de todos los discursos que me digo creo que ese puente por fin quedó superado, algo hacés de nuevo, algo que me sorprende para recordarme que nunca vas a dejarme ir. Que no quiero irme. Que no hay otra persona en este mundo que pueda llevarme a ese lugar a donde vos me llevás, ese que cada vez se parece más a la plenitud.

Entonces vuelvo a soltar lo demás y me embarco en este matrimonio invisible a caminar codo a codo en el hacer hasta llegar otra vez a un pico más alto que el anterior.
Y me pregunto si esta vez será por fin la cima y me digo que no, siempre puede haber más, lo que cambia siempre es el punto de partida.

(Amo lo que hago.
Hago lo que amo.
Amo con quien hago.
Hago con quien amo.)

7 comentarios:

  1. A la merde, cuando lo leía pensé que lo estaba escribiendo yo.

    He comenzado tantas veces (luego de tremendos finales)... y estoy convencido que, si hemos sobrevivido a todas esas catastrofes, esto ya no terminará mas.

    ResponderEliminar
  2. Como Luigi, salvo que estoy convencida de que como todo, todo termina, nunca nada vuelve a ser lo mismo, tampoco nosotros ni nuestros vìnculos, ni lo que uno va queriendo o deseando, que tambièn se modifica...metamorfoseando serà y serà que haga que el encuentro con el otro pueda ser posible sì, pero si se da desda otro lugar...que se yo...

    abrazo chica!

    ResponderEliminar
  3. Quiero robarlo, porque yo jamás pude decirlo de otra forma...

    ResponderEliminar
  4. Sea libre. Lo que se suelta al viento es de quien lo necesita y lo recibe.

    ResponderEliminar
  5. Ja!! Wellcome to the jungle... eso justo pasa, justo pasa que hace algo que a uno lo sorprende y zas caen las barreras

    ResponderEliminar
  6. otra vez por acá pispeando en qué anda la vida de la señora yanina martul.
    otra vez, escuchaba música, y me trajo recuerdos.
    y tambien puteando, porque los recuerdos eran lindos pero eran de momentos q luego fundieron..la música me trajo lágrimas del dolor, que alguna vez me dijo ya basta. no dá querer a quien no te quiere y dice hacerlo pero luego no estuvo. no es justo. no es para mí.

    y ojalá alguna vez te cruce y ya no me duela.

    ResponderEliminar