Nunca me fue posible esa costumbre de obedecer ciegamente. La Fe no me es fàcil si no cuestiono y compruebo las verdades que me voy encontrando.
Me gustan las preguntas. Las mìas y las que surgen en otros, me gusta cosecharlas, son como puertas a un otro punto de vista, a otra manera de mirar lo mismo.
La primera noche me plantea una primera pregunta totalmente inùtil para el capitalismo:
¿Puede mi alma llegar a ser liberada, salvada, redimida con todas mis debilidades y defectos y pasiones?
A mi se me disparan màs preguntas, hijas de esta primera:
¿Què es "mi alma"?
Escucho y digo esa palabra varias veces por semana, pero no sè si entiendo bien què cosa es un alma humana.
Entiendo que es esa especie de òrgano intangible en donde se sienten los sentimientos y toman forma mis pensamientos, donde se guardan las ideas de lo que "està bien" y "està mal", algo asì.
Algo que se aprieta y me hace llorar, o se expande y me hace reìr.
Alma. Tengo un alma. ¿Tengo un alma? ¿o soy totalmente mecànica en mi accionar cotidiano?
Tengo la costumbre de no intentar responder las preguntas. Si logro darle la forma correcta a una pregunta, se va respondiendo sola en el tiempo, pero si mi respuesta es que si, que ya estoy totalmente convencida de que tengo un alma, florece otra pregunta:
¿Què quiere decir "redimirse"? (amo las palabras, cada una encierra un mundo)
Del lat. redimĕre.
- tr. Rescatar o sacar de esclavitud al cautivo mediante precio. Sin.: rescatar, librar, liberar, libertar.
- tr. Poner término a algún vejamen, dolor, penuria u otra adversidad o molestia. Sin.: salvar, librar.
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