La segunda noche es la Noche de Juan.
Si mi respuesta a tener o no un alma es afirmativa y mi curiosidad persiste, avanzo con una segunda pregunta.
¿Puedo reconocer en mi vida el camino de la ley del karma?
Acà tenès otra palabrita que pasa de boca en boca...¿què serìa "el karma"?
Esta sì que la busquè mucho, pero el problema es que no tiene una definiciòn que pueda comprenderse claramente, porque tanta cultura judeocatòlica nos tiene el cerebro màs seteado de lo que parece, y se entiende como "culpa y castigo", pero no es tan asì.
Y para entender esta parte, hace falta una pregunta previa:
¿puedo yo creer que mi espìritu es algo que no muere cuando muere mi cuerpo?
¿puedo yo creer que una vida humana es como una gran escuela para pulir mi espìritu y convertirme algùn dìa en un SER HUMANO consciente de mi pertenencia a una especie, con todo lo que eso implique?
¿puedo yo creer que hay virtudes humanas, verdades que conduciràn mi moral y mis decisiones, y que mi alma aùn no las tiene y tengo que vivir para aprenderlas?
Hasta donde lo voy comprendiendo, el Karma serìa un poco como mi programa escolar, algo de lo que no tengo consciencia pero me va llevando a enfrentarme con distintas situaciones en mi vida que ponen en juego mis creencias o me dan la oportunidad de cultivar capacidades que no sabìa que tenìa.
Puedo someterme a mi cultura y sus ideas e ignorarlo, o puedo intentar comprender por què la vida me propone lo que me propone en cada suceso que se manifiesta en mi vida cotidiana, mis vìnculos, mis encuentros, mis decisiones... en fin.
Y como si no fuera suficiente semejante pregunta, el texto de la meditaciòn dice esto:
Tardè bastante tiempo en encontrarle otro punto de vista, y casi me parto en el camino de tanto estar al servicio del que viene a consumirte, como buen consumidor....
Una vida egoìsta no dona tiempo para observarse a sì misma, anda por la vida convencida de sus razones, se siente justificada por las ideas de su cultura y se toma a sì misma como vara para medir el comportamiento de los otros y juzgarlo.
Una vida dedicada a la humanidad, entiendo yo, busca comprender el por què del accionar de otros, tiene menos tendencia a la reacciòn defensiva o ciega, en su esfuerzo por comprender al otro esta su gesto entregado "a la humanidad", es decir, a construir vìnculos de reciprocidad (tù no te abusas de mì, yo no me abuso de tì, nos sostenemos mutuamente para nuestro beneficio, que es el beneficio de la comunidad que formamos, capisce?)
Y luego de esta ensalada de preguntas desmenuzadas, mi resumen:
¿Soy capaz de mirar el camino de mi vida como el resultado de las decisiones que fui tomando? ¿soy dueña de los pasos que doy o me siento un tìtere de las circunstancias? ¿son humanos mis actos? ¿què es lo humano para mì?
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