
Voy hacia algún lugar que no sé, disparada como una flecha (no me gustan las balas). Confío en mis piés y su impetuosa necesidad de torcer los rumbos y andar como sobre el viento. Confío en mi corazón y es un alivio obrar en su consecuencia.
Yo ya no sé pedir porque aprendí que todo llega.
No pido nada para este año nuevo cuaderno en blanco.
Me zambullo de cabeza en él como en el mar.
fluirrrr!!!
ResponderEliminarbuen texto, buena foto...
ResponderEliminarque cagada lo de maría elena