lunes, 2 de abril de 2012

Había una vez (cuento número cinco)


Había una vez una princesa que caminaba siempre detrás de su corazón.
El corazón era un gran caminador. Se subía a las manos de la gente y la princesa decía mi corazón está en tus manos, y era cierto. Alguna gente se lo pedía, porque era en verdad un corazón muy hermoso, y la princesa decía te entrego mi corazón mientras se los daba, y era cierto.

Había una vez una princesa que caminaba siempre detrás de su corazón, porque su corazón siempre estaba fuera de ella.
El día que el corazón por fin se metio dentro de su pecho, dando un gran suspiro, la hermosa princesa por fin pudo sentarse y contemplar.

3 comentarios:

  1. Y contemplar como ocurre el otoño, contemplar el mundo al que ha venido, contemplar el camino, el milagro de la vida, sus propios piés, la obra de sus manos, la música que resuena dentro de su pecho, la vida en el sereno reposo del silencio.
    Contemplar, mirar en acción para poder ver.
    Abrazos otoñales celebrando tu primavera!

    ResponderEliminar
  2. sigo caminando siempre detrás del mío...

    ResponderEliminar