miércoles, 17 de diciembre de 2008

Me fui de casa a tocar rocanrol..(parte nueve):"Un ensayo bizarro"

Hay días en que todo me resulta increíble. Me hablan los locos, la gente responde en voz alta mis preguntas mentales o todo parece funcionar al revés.

Hoy, al llegar al galpón, me encuentro ahí adentro con el mismísimo Fary, un gnomo, un duende malo, un loco talentoso que toca la gaita en el tren. Seba lo invitó a tocar una marcha escocesa con su bloque y quedó adoptado.


Fary anda con una valija de la que salen trompetas, armónicas, quenas, flautas celtas, gaitas y piernas de muñecos. Es un exú que no deja de mover las olas de la energía que lo rodea ni un minuto. Montó una mesa, un micrófono y todo el tiempo sonaban vientos entre las voces, las cuerdas, los tambores. Eran burbujas. El pibe que vino a arreglar las luces encendió los focos para probarlos se armó el juego y todo se trastocó.


Entonces la indisciplina corrió por cuenta de Dani que no dejó de masticar papasfritas y buscar que lo hiciera reír, las letras me las olvidaba yo, Noelia se reía, Javi me enseñó los golpes del timbal, Germán casi mata a Fary, Seba estaba como loco compenetrado en su campana y sus timbaletas, Raulo se enojó de repente, los temas salieron, y creo que Pol no pudo creer el haber vuelto a enredarse con nosotros, malditos chilingos, y las dementes y ampulosas empresas en las que nos embarcamos para divertirnos como chicos. Querido Pol, no podría haber banda sin tu talento y tu paciencia, que sé que no es infinita pero es elástica.


Y como un murgón desordenado huímos casi al unísono a seguir jugando a ser grandes ahí afuera del galpón.



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