martes, 9 de diciembre de 2008

Reflexión algo teñida de una leve indignación después de estar pensando un rato en algunas cosas.

Hay cosas que no se hacen. Definitivamente, sin discusión. Hay cosas que lastiman, que joden, que perturban y no son necesarias.

Hay que aprender a detectar en la gente ese gérmen, eso que puede crecer y convertir al que era tu mejor amigo en el tipo que te debe veinte lucas y no te atiende o al amor de tu vida en el que te dice en la puerta del civil "perdonáme, pero no puedo."

Hay códigos. A veces no es muy claro lo que sí, pero definitivamente tiene que respetarse lo que no. Para que una tribu funcione, ya sea la de tu banda de rocanrol o la de la puta oficina, hay códigos que se deben respetar.

A saber:

Comerse al novio de una amiga por más que esté increíble y sea además un caballero y sea bueno y sensible y te tire onda y jure que nadie se va a enterar, está mal.

Subirle el calefón llena de odio después de una discusión mientras el tipo se está bañando, aunque sea un acto total de justicia porque es un cuadrado con el que no podés razonar, está mal.

Histeriquearle al tipo que le gusta a tu amiga, que desde que se separó hace un año nunca había mirado a nadie, está mal.

Usarle la taza a González y dejarla el viernes a última hora sin lavar, sabiendo que seguramente el lunes tendrá flora y fauna y estará inutilizable, está mal.

Disfrutar porque a tu amiga no le entra la ropa y a vos sí, está mal.

Dejar tirada por ahí la masa que pediste de rodillas porque sos un ganso y te olvidaste las tuyas y sin masas no podés tocar y que alguien te prestó gentilmente confiando en tu promesa de cuidarla y no perderla, está mal.

Entongarte con un muchacho y no responder los mensajes de tus amigas por mes y medio no es tan grave y es hasta incluso comprensible y perdonable, pero está mal.

Ser el bobina que toma toda la noche del vaso de los demás y nunca paga un ferné, está mal.

Soplarle la mina a tu amigo y justificarte después diciendo que era una trola y te tiró los perros toda la noche y vos no podías quedar como un boludo, está mal.

Morfarte a una minita adelante de tu otra minita, aunque estés completamente borracho y no tengas con ninguna más compromiso que saludarlas cuando las ves, está mal.

Es decir, cualquier persona que entre en alguno de los ejemplos arriba mencionados, no es de fiar. Y nadie intente convencerme de lo contrario.

2 comentarios:

  1. lo leí.
    digo Ok.
    está mal, estamos de acuerdo.

    te quierooooooooooo

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  2. ay, rocío, en qué linda mujer te estás convirtiendo.
    te quiero, amigaaaaaaaaa!!!!!

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