miércoles, 18 de febrero de 2009

Sweet home, Buenos Aires..

Viernes a la noche, recital de Arbolito en la loma del orto o Boedo, como prefieran llamarle. Viaje con puertas trabadas y ventanillas altas por submundo de Constitución, vereda decorada con putas de distintos tamaños y poco disimulados cafiolos asomando apenas de puertas en penumbras. Distracción al estacionar el auto. Fin del recital, caminata de dos cuadras con amigo Martín teñida de inquietud por caripelas amenazantes que se giran para mirarnos pasar. Bienvenida número uno: cinco muchachotes en peligroso estado etílico rondando auto incendiado a escasos veinte metros del golcito. Fruncimiento de traste ante movimiento tambaleante y poco feliz de muchachote con botella marrón en mano. Partida veloz.

Sábado a la noche, recital de Jaime Ros. Bienvenida dos: Afano impune y aparatoso de cámara fotográfica atada a mi muñeca. Forcejeo con acompañamiento musical, entonando "me está afanando" en cuatro idiomas. Adiós camarita. Adiós carnavaaaaaaaaaaaaal...

Martes a la noche, conversación en patio amigo sobre lo jodido que se ha puesto el mundo de repente. Vuelta a casa en bicicleta a las doce de la noche. Motito con muchacho de remera blanca viniendo detrás. Bienvenida tres: Mano del citado muchacho estampándose en parte de mi cuerpo que se apoya en el asiento de la bici. Acompañamiento de mano en ojete por recorrido aproximado de dos metros, musicalizado por mí entonando laputamadrequeteparió en FA. Final con huida rauda del boludo antes mencionado.

Bienvenida a casa...

4 comentarios:

  1. bienvenida a Buenos Aires y eso que todavia no te toco ir al galpón como a mí.

    ResponderEliminar
  2. amiga mía, lo tuyo es un apostolado. por favorrr, no nos dejes nunca!!!!!
    quiero tus mates con chúker!!!!

    ResponderEliminar
  3. si. creo que fue la única bienvenida que en el fondo tuvo una chispa de cariño. lástima que se fue tan rápido!! jaaaaaaaaaaaaa

    ResponderEliminar