domingo, 13 de septiembre de 2009

Campapeque




Me voy de campamento con los enanos. Toda esta semana hasta el jueves en que nos subamos al micro girará en torno a bolsas de dormir de kitty, disfraces, pandereta (así bautizaron a mi pandeiro), mitos sobre la oscuridad y los bosques y planificaciones (de ellos) de todo tipo.

Llevo pezuñitas, bombo, pandeiro, veinte canciones para dormir en mi cabeza, ganas de bailar con ellos y que entiendan que es mentira que todo está perdido. Que siempre, casi todo el tiempo, algo recién comienza. Es un bellísimo ritual de despedida ahora que se empezarán a hacer grandes en segundo grado bajo el cuidado de otra maestra, ahora que perdieron su pánico chiquito de salir del jardín y entrar por primera vez a uno de los tantos universos que los tendrán de curiosos pioneros.

Allá vamos, sesenta y pico de gnomos, Sarita, Paola, Agustín, Magalí, Laurita, Claudia, Lily y sus disfraces, Cecilia la cocinera, en el micro de Omar a pasar dos días lejos de casa por primera vez, a que sean amigos, a que trepen y corran como en las infancias nuestras en la vereda.

Allá vamos nosotros a recordar cómo era.

9 comentarios:

  1. te agradezco... que sesenta gnomos tengan la fortuna de estar en tus manos, en tu calidez y tu entrga.
    Un mundo mejor será posible (con docentes como usted en la instrucción) carajo!
    Mucho Axé para ustedes!
    Vero

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  2. Y que mamae oxúm nos acompañe. Ora ie ieu!

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  3. Chica, no puedo estar más de acuerdo con el comentario anterior... Ojalá si un día tengo niños, un hada como usted los haga.

    Un abrazo y un pedacito de mí hacia donde vayan.

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  4. Qué lindo piropo me ha dicho usted, Ella.
    Muchas gracias (digo con rubor)

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  5. Bien, comprendo que se va de campamento con infantes, pero dejemé decirle que leer la primera línea y suponer que se iba de viaje con liliputienses me llenó de estupor.

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  6. Claro, porque usted no me conoce. Sabiéndome un poco, es posible aceptar como normal cualquier barbaridad que pueda enunciar por este u otro medio...

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  7. Y mamae Oxum los ha cobijado... usté mismita la ha aclamado, mi querida, en esta misma atmósfera...
    tenga cuidado con lo que desee... ella es la dueña del agua dulce, saludó usté(in)oportunamente mi amiga, y acá estamos, empapados.

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  8. Es que la que se coló fue Iansá, sirena. Es que no se aguantó...

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