jueves, 7 de enero de 2010

The answer, my friend, is blowing in the wind..

La cosa más difícil de hacer es andar por este mundo escuchando al corazón.
Toda la vida nos preparan, con heredadas recetas arcaicas, para ser razonables, para evaluar cada decisión con interminables noches de traqueteo mental que nos tienen dando vueltas en la cama, para medir y calcular y sopesar y casi siempre, dar mínimos pasos, pero siempre sobre alguna ruta previamente trazada hacia el éxito. El éxito se mide de acuerdo a lo lejos que uno haya llegado en la vida, y por lo general, esa lejanía tiene que ver con cosas que podamos ver con los ojos y tocar con las manos, o básicamente, comprar con dinero.

Así, bien agarrados, nos convertimos en gente digna del elogio.

Soñar es signo de inmadurez.
Abandonar una oficina porque no se es feliz copiando números en un papel o viajando intermitentemente por el continente de congreso en congreso, o porque uno no está dispuesto a traicionar sus principios y realizar una tarea sin poner el corazón, es un signo de inmadurez.

Romper una pareja con una buena persona que además se ocupaba de pagar las cuentas y tenernos sin trabajar, o que nos miraba con ojos embobados esperando que le mostráramos el sentido de la vida, es un signo de inmadurez (pero sí es bueno que al hablar del tema uno diga cosas como "negociar, ceder y tolerar")

Creer en la palabra de la gente sin pedirle que firme papeles varios para asegurarnos de que cumplirá, ya más que de inmadurez, es un signo de locura.

La vida no está bien llevada si no nos demanda control, medida, cálculo, sufrimiento (sobre todo sufrimiento), trabajo que nos resulte duro, durísimo, y metas concretas. El mañana tiene que estar ahí, siempre presente en la cabeza, el mañana, el mañana, el mañana. Todo lo que hacemos en la vida no debe perder de vista sus efectos en el grandilocuente futuro.

Bueno, preparen las estacas, la hoguera, la cruz y los cascotes. Ya no les creo nada.

Pero eso si, antes métanse en el culo todos los postercitos que rezan que vivamos cada día como si fuera el último y dejen de consolarse pensando que la frase sólo habla de tener una buena partuza una noche cualquiera, en donde arrojan al aire una chancleta que buscarán en cuatro patas la mañana siguiente antes de volver a la oficina.

Siempre es más fácil matar al loco que te enrostra la verdad en la cara que mirarse en el espejo y aceptar que uno es un cobarde. Siempre es más fácil repetir una y otra vez las mismas ideas heredadas que sentarse a revisar qué mierda está haciendo uno con su vida. Atosigarse leyendo a Louise Hay, a Silvia Freire, al que se llevó el queso o al de la armadura oxidada, para poder justificar "no soy gorda, lo que pasa es que en el alimento busco recibir el amor que me faltó de chica. Ahora que sé eso de la programación neurosublingualcatamórfica estoy abierta a merecerme un príncipe que me ame como soy". Y seguir igual, pero con vocabulario nuevo.

Y así mirar a Colón zarpando detrás de su corazón que grita una redondez que ningún otro se atreve siquiera a imaginar, verlo ir detrás de lo que siente verdadero, deseando que fracase, que nunca demuestre esa verdad que, ah carajo, nos va a cagar la vida obligándonos a aceptar que somos una manga de miedosos. Que la responsabilidad de vivir una vida de mierda no es de dios, ni del destino, ni de la crianza, ni de la alimentación a base de carne, ni de las pocas oportunidades, ni de la mala suerte, ni de los consejos equivocados.

Siempre será mejor y más cómodo sentarnos a esperar que ése que va en busca de la verdad, fracase, mientras envejecemos agarrados a la silla.

A ver quién me tira la primera piedra.



7 comentarios:

  1. El gitano y colon7 de enero de 2010, 16:33

    Ayer justamente me tocó ser quien grite esto a los 4 vientos.. en una charla con una mujer la exhorte a hacerse cargo de su vida, que subirse a cualquier ola que trae el mar no suele llevarnos a la playa, hay q decidir a cual queremos subirnos y a cual no.. siempre es mas facil subirse a cualquiera (o quedarse sentado en tu ejemplo) y no cargar en caso de obvio fracaso con el peso del fracaso.."Que la responsabilidad de vivir una vida de mierda no es de dios, ni del destino, ni de la crianza, ni de la alimentación a base de carne, ni de las pocas oportunidades, ni de la mala suerte, ni de los consejos equivocados".
    Sorprendente que tu post de hoy trate sobre eso..y que mi exhortacion implique que se aleje de mi, que retroceda para tomar impulso, mientras colon sigue caminando.. y sorprendente es que lo titules con una frase que yo te dije.. y que lindo que me sigas sorprendiendo.

    ahi va, primera piedra en el aire.

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  2. Atajo esa piedra al vuelo. Con ella constuiré un castillo (en el cielo, por supuesto)

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  3. Estoy con vos, a full. Lo dije hace tiempo, de otra manera, pero con el mismo ojo.

    http://lucavive.blogspot.com/2008/05/andar.html

    Si soñar es signo de inmadurez, que no me despierten.

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  4. Muy bueno.
    Mis grandes patinazos tiene que ver con una indiferencia forzada al cuore. Pasa eltiempo, te encontras en el horno y te decís: Lo sabía. No lo sabía, lo sentía que es más importante y ligero. Coincido totalmente que lo más difícil para un ser humano es seguir el corazón. En eso ando...
    Lo bueno es reconocer lo qeu le pasa al cuerpo cuando te da una corazonada. El cuerpo es un gran aliado en esto del vivir (no sólo por ser el contenedor físico de vaya a saber qué)

    Saludos desde Mundo Aquilante!

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  5. Hay un refrán por aquí que dice:" de niños, poetas y locos, todos tenemos un poco"...por tanto, nunca está todo perdido.

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  6. Lo leí, dos veces, dos días distintos. Creo que estas palabras deberían ser de lectura obligada. Vivir se trata de todo eso que decís, claro que sí. Y lo dijiste tan bien que mejor no agrego nada más. Beso.

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  7. Soberbio. Y soberano. Somos responsables de lo que hacemos, y sobre todo, de lo que dejamos de hacer. El corazón debería ser, invariablemente, nuestra brújula.

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