domingo, 10 de enero de 2010

La otra negra



Anoche, noche de sábado, montadas en bicicleta, nos fuimos con Andre a ver a la otra negra, a la negra Liliana Herrero.


La primera vez que me conmovió su voz fue escuchando en el living de Pocha la Oración del remanso, de Fandermole. Su manera de decir es lo que me fue mostrando qué es lo que un buen artista logra en su ejecución. Liliana sangra, llora, ama o ríe con una intensidad que se puede casi tocar en el aire.


La voz de liliana tiene color de río, tiene el vaivén caprichoso del agua dorada del Paraná. Verla cantar, tan sencilla, tan de pan y de vino, puede ser un remanso o una correntada que te hace sentir el mismo dolor que supongo habrá dolido a la mano que escribió las letras.


Cuando la Quinta Trabucco se despejó de gente (hay que ver qué huevos se deben portar para dar esos recitales gratuitos que convocan unos públicos mezcla de respetuosos seguidores con gente al pedo que no tiene la más puta idea de qué es lo que va a ver) quise esperarla. Pero nada tenía que ver la espera con firmas de ridículos autógrafos o histerias cholulísticas. Yo quería decirle gracias. Tantas veces la escuché cantar en mi equipito el sentimiento preciso que me navegaba, tantas veces me supo acompañar en la emoción sin saber siquiera que yo existo, tantas veces tocó ella mi corazón cantando que sentí que quería devolverle algo.


Mientras la esperábamos sin prisa acodadas en la valla, apareció Liliana fumándose un pucho después de la faena. Cuando nos miró, no pude hacer otra cosa que sonreírle como una nena y decirle mis gracias a la distancia. Entonces, lejos de los divismos y las poses pelotudas, me sonrió, se acercó hasta donde Andrea y yo la mirábamos estupefactas, y mientras decía "no puede ser que una valla nos separe" trepó al mismo tiempo que nosotras y, por encima de tanto fierro, nos dimos las tres un abrazo.


No me animé a llevármela, sentarla en mi living y convidarle un vino para escucharla hablar hasta el amanecer (intuí que hay que estar muy loco para irse con dos desconocidas montada en el caño de una bici) pero le dejé una parte encendida de mi corazón. Corazón que, por cierto, su manera de cantar ha contribuído a encender.


Aquí les dejo su versión maravillosa del tema de Jorge Fandermole.

Enamórense.




10 comentarios:

  1. Ahora pos, yo también me voy a escuchar a la negra Herrero...

    ResponderEliminar
  2. Gracias a vos "Chica"... se me metió esa voz profunda, como un rio urgente de encontrar su cause.

    Abrazo

    ResponderEliminar
  3. http://www.youtube.com/watch?v=6yAtVrV34eU

    Acá pueden oírla y verla en un recital en casa de gobierno. en iuchuf también hay otro con fernando cabrera, "te abracé en la noche" que es un puema, aunque no muy bien filmado.

    ResponderEliminar
  4. Ahhhhhhhhhhhhhhhhhh, si...la escuché...y me enamoré...

    ResponderEliminar
  5. Pues, sí "llévate pronto este llanto lejos"...
    Gusto cantando. Preciosa letra.
    Suerte poder decírselo.

    ResponderEliminar
  6. Tenés mucha razón, la Quinta trabucco es bárbara pero cuando te caen los Argento con la Moni y el Johnattan a hacer picnic en un recital de Pedro Aznar, dan ganas de morir.

    Liliana no es mi cantante favorita, pero esta foto es una maravilla, ella es una maravilla y aprendí a valorarla a partir de Litoral, donde me pareció que había trabajado matices nuevos en su voz.

    Linda salida de enero, te felicito.

    ResponderEliminar
  7. Leí todo tu post, es verdad, te dan ganas de tomar unos vinos con ella y escucharla hablar hasta el amanecer, yo creía que estaba loco por pensar lo mismo.
    Me gusta tu forma de contar, tu decir.

    ResponderEliminar
  8. Liliana se conmovería al leer estas palabras que su voz desató, pero que son tuyas.

    Creo que nadie canta como ella Palabras para Julia.

    Un abrazo fuerte.

    ResponderEliminar
  9. Liliana Herrero me salvó la vida en un determinado momento. Bah, su música. Una amiga que comentó más arriba supo hacerme uno de los mejores regalos, Litoral en CD (lo tenía mp3).
    Mi disco es "Leguizamón-Castilla". Además, es una de las persona smás atentas que conocí. Hice un breve comentario en su blog, y al otro día estaba respondiendo en el mío. Pocos son así, tan grandes y tan humildes.
    No me alcanzan las palabras para decir cuanto la admiro.
    Saludo!

    ResponderEliminar