jueves, 22 de octubre de 2009

Pequeña enumeración que me sienta de lo más bien enumerar.

"Sé feliz" escribe mi vieja en su mensaje de despedida antes de viajar con sus compañeras del Instituto a reencontrarse otra vez con su adolescencia ahora tanta vida después.

Yo estoy enamorada de la vida, del milagro de la sincronización, de la ley ineludible que trae de vuelta justamente lo que se envía, de los encuentros mágicos como chispas de estrella fugaz que me acercan el corazón a gente que no conozco, de la música que escucho todo por adentro y que me sale por los poros y por cualquier lugar como el agua cuando canto con los ojos cerrados, de los abrazos con amor del bueno, de la risa cuando brota incontenible, de mirar a los ojos, de mis enanos, de la Chilinga y de su gente, de la gente buena de corazón sencillo y ardiente, de las ceremonias y los rituales, de ser la madre de mi hija, de los ojos y las voces y las almas de todas mis amigas, de mi gata y su manía de besarnos las manos, de tener nísperos en la vereda para saborizar el viaje al trabajo en bicicleta, de mi jazmín lleno de verde clarito, de los paraísos florecidos camino a casa por Olivos, de la luna que asoma en su cuarto creciente y vuelve mi nostalgia menguante, de los besos que aún no dí, de la canción que todavía no me encuentra.

Fumá, mami.
Voy bien


4 comentarios:

  1. Ese fotografo es un groso, que lindas fotos, cuanta sensaciones que tienen!! jaaa

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  2. exquisito post...muy buenas imágenes...

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  3. gracias, careta. (no. definitivamente prefiero decirte iluso..)

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  4. Es que esas fotos me las sacó un mago!!!!
    Jaaaaaaaaaaaaaaaaaa

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