sábado, 10 de octubre de 2009

Por favor, no me presten cosas...

Entre las particularidades que me son propias hay una bastante fastidiosa que me hincha tanto las bolas a mí como a mi sufrido y nunca bien ponderado entorno.

Yo pierdo las cosas. Yo extravío las cosas, las cosas huyen de mí, como chalinas enredadas en camperas de abrigo, como chales escondidos en bolsos prestados, como discos que quedan en autos amigos, como camperas que dejo en otras casas.

No lo puedo evitar. Me agarra la época de perder así como al planeta le agarra en octubre la primavera en el sur y a la mierda con todo.

Dejo olvidadas cosas imposibles como la bicicleta atada en la vereda de la escuela la noche entera, la llave puesta en el auto, la cartera en la vereda, la tarjeta en el cajero o en los locales donde la uso, ropa nueva en los hoteles, bufandas en los bares.

Es que todo me llama la atención, en todo quiero estar, todo lo quiero hacer y hay momentos en que la alegría del envión es tan placentera que pierdo la noción de las cosas y ando por el mundo que navego.

Cuando mis enanos cada mañana a la hora de escribir la fecha en el cuaderno me miran con ojos de gato de Shrek y yo vuelvo a exclamar "¡pero no puede ser! ¿ya perdiste el lápiz? ¡te lo dí ayer!", no puedo evitar suspirar pensando que cuando de pronto algo te da la alegría que te daban los recreos cuando eras chico cómo no correr abriendo las manos y los brazos. Y el lápiz... ¿qué lápiz?

Me rompe soberanamente las pelotas perder las cosas pero no puedo evitarlo. Amo la sensación de soltar todo y correr al patio a jugar al quemado.

6 comentarios:

  1. eso decían del pipo (mi hijo mayor...)
    escuchando 01 El Templo de Momo\REDONDOS\2000- MOMO SAMPLER

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  2. Yo tengo un Pipo que es igual a Felipe el de Mafalda, que tiene en su haber unos jóvenes papás separados, un nuevo marido para su mamá, un hermanito nuevo con un apellido distinto del suyo, un papá enojado con su mamá porque se enamoró de otro y la incómoda situación de vivir dos días en cada casa. Cómo carajo no va a perder sus lápices si lo que está necesitando es un mapa para no perderse a él mismo entre tanto quilombo familiar? En él tengo invertido un cuarto de lo que gano para que nunca le falte su lapicito negro para poder dibujar. Al menos eso siempre va a ser una brujulita para que él pueda encontrarse dibujando en algún lugar.

    La vida no se ve tan distinta cuando crecemos. Sigue siendo una maraña para descifrar. Solo cambia el talle de los zapatos...

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  3. bueno...tu pipo sería el juli de la kolo (sdo. de su 1er matrimonio)...es calcada la situación...
    no estaré viviendo con vos y no me di cuenta...juasssss
    escuchando 05- POGO\REDONDOS\1998- ULTIMO BONDI A FINISTERRE

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  4. El mundo está más lleno de coloradas y de ilusos de lo que usted cree..

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