miércoles, 23 de diciembre de 2009

Bitácora




Fui pasajera tanto como comandante. Me dejé llevar por ellos a donde necesitaban llegar, y en el viaje aprendí tanto de mí que ahora soy menos distinta.
La mano certera de un mago abrió por fin esa puerta enquistada por el tiempo, y ni lerda ni perezosa metí la cabeza y atrás el cuerpo.
Fue duro el pasaje a hacer realidad el mundo con el que sueño, uno con valores y valor de la palabra dada.
Cumplí la tarea de la manera que siempre soñé que debía ser cumplida. Con amor. Con amor que no es el amor berreta de postales, si no el que deja salir por sus manos el que se sabe artesano.
Y ahora sé que estoy lista para eso que me toca, para eso que viene. He mutado de piel tantas veces que ahora solo tengo la que estaba adentro, para afuera. Dolió, ardió, sangró, como en todos los partos. Pero la recompensa de mirarme en el espejo y verme ahí dentro de mis ojos valió la pena.


El lunes, en tres aspectos diferentes, mi vida termina y mi vida comienza. Como ahora entiendo que pasa todos los días.

"Otro año ha pasado / y otro año
le has ganado a tus sombras/
aleluya."

Amén.

2 comentarios:

  1. Ha soñado mucho, ha alcanzado su sueño, ahora está despierta con su destino marcado... Es hora de volver a soñar sin dudas, ojo que el camino es largo... lleve cambio para el peaje en su bolsillo ademas de sueños, sea práctica también, si? Un beso

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  2. Yo digo como Pablo: sea práctica también, ¿si?

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